6 de octubre de 2009



ENTREVISTA A NÉLIDA GAMBOA GUILLÉN

“Yo siento que Sandra está en mi”
A más de dos años y medio del asesinato de Sandra Ayala Gamboa en el ex archivo del Ministerio de Economía Bonaerense, no hay ningún detenido en la causa que está cargo del Fiscal Tomás Morán. Nelly, su madre, repasa lo que vivió en este tiempo y exige justicia por su hija.

“Siempre pensé que si me faltaba uno de mis hijos me moría. Hay días que me pregunto ¿quien soy yo? Y siento que no soy yo, porque Nelly no puede estar caminando tan así, hablando todo lo que habla, Por eso pienso que esta no puedo ser yo, con todo esto Nelly ya se hubiera muerto”.
Nélida Gamboa Guillén, Nelly, llegó a la Argentina el 19 de Febrero de 2007, cuando le avisaron que su hija había desaparecido. Tres días más tarde el cuerpo de Sandra Ayala Gamboa fue encontrado en el baño de la planta alta del edificio del ex Archivo del Ministerio de Economía, ubicado en 7 entre 45 y 46. Sólo llevaba colocado un corpiño y además tenía un lazo anudado en el cuello con lo que habría sido estrangulada.
Nelly es una señora de baja estatura, piel morena y tiene el pelo teñido de caoba. Es la tarde del 5 de septiembre, en 15 días Sandra hubiese cumplido 24 años. En un departamento ubicado en la avenida 60 de la ciudad de La Plata, pasa sus tardes cuidando a una mujer de 86 años que sufre mal de alzhéimer. “Ayuda señora por favor, ayúdeme que sola no puedo, se lo ruego señora me duele” grita la anciana desde la pieza incansablemente. Es una voz constante que empieza como queja y termina como ruego para volver a empezar con más fuerza. “Todas los días pienso el dolor que sintió mi hija, la fuerza que hizo para defenderse, tienen que haber sido dos o tres personas, porque a ella una sola no la hubiese doblegado. Sandra era una chica fuerte que sabía defenderse. Tan sólo imaginarme ese momento de la lucha de ella, es una cosa que no puedo pensar, que no puedo imaginar, es una cosa terrible no haber podido ayudarla”

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La última vez que Nelly vió a Sandra en Perú, su hija le dijo que viajaba a la Argentina para cumplir un sueño. Venía por sus dos amores: su novio, Augusto Díaz, y su vocación, la Medicina. “Fue todo muy rápido. Ella lo conoce en agosto de 2006 y para octubre él ya tenía todo tramitado para venirse a La Plata. A mí él nunca me cayó muy bien, pero ella me decía que ya era grande, que era su vida”. Sandra llegó a La Plata el 28 de octubre de 2006 y se instaló en la pensión de Vilma Minaya, la mamá de su novio. El 17 de febrero de ese mismo año, Walter Silva, un compañero de la pensión le comenta que en la verdulería de la vuelta había escuchado que un señor buscaba una chica para que trabaje de niñera. La familia supone que es el supuesto entregador, pero no tiene orden de detención y en la causa sólo figura como testigo. Silva la llevó hasta la puerta del Ministerio donde se estaban realizando reformas. Caminaron una cuadra más y volvieron. Gracias a esas cuadras de más, las cámaras del Banco Comafi, ubicado en la esquina, registraron a las tres figuras juntas en la calle. A Sandra le dijeron que ese hombre tenía a la mujer enferma y que necesitaba a una niñera para cuidar a sus hijos. Entonces entró a esa casona donde funcionaba el archivo del Ministerio de economía y no salió nunca más.





¿Cómo fueron los meses que Sandra vivió en la pensión?
Mi hija me contaba que esta señora la maltrataba, que ella y su hija le pegaban y que una vez la sacaron de los pelos a la madrugada. Yo por eso le envié doscientos dólares para que se volviera a Perú, pero a mi hija le sacaron todos los papeles, los documentos para que no se pudiera ir.
¿Quién le sacó los documentos?
Vilma, la mamá de Augusto

¿Usted no habló con Vilma sobre la relación conflictiva que tenía con Sandra?
No, yo nunca le he dicho nada hasta ahora. Nunca le he dicho: ¿Qué paso con Sandra? ¿Qué le hizo?, quiero tener esa oportunidad. ¿Para que has traído a Sandra y porque la has tratado así? No sé que pasó, ¿Por qué Sandra vino de esa manera? y ¿Por qué la trataron de esa forma?, es una incógnita para mí. ¿Qué paso? ¿Por qué se ensañaron con mi hija? Yo quisiera comprender todas las cosas que pasan”.

¿Quién le aviso a usted que su hija estaba desaparecida? ¿Cómo se enteró?
Me llamaron por teléfono la mamá y la hermana de Augusto y yo justo había salido con mi hijo. Cuando llegué a mi casa me avisaron que se habían comunicado de Argentina; que era algo urgente sobre Sandra. Yo me voy al locutorio a llamar y me atiende la hermana de Augusto y me dice que no me podía decir, porque esas cosas me las tenía que contar su mamá. Entonces yo le dije que me diera con Sandra por favor y le insistí tanto hasta que me dijo, bueno señora Sandra salió el viernes al mediodía y no ha vuelto todavía.

Ese mismo día Nelly decidió viajar a nuestro país. Sandra tenía 21 años. Era cosmetóloga y enfermera, vivía con su familia en Ancón, una ciudad frente a la playa hacia el norte de Lima. “En Perú los vecinos la querían mucho, ella iba a la casa y les daba las inyecciones. Entonces cuando se enteraron y me vieron tan mal me prestaron seiscientos dólares para viajar. Me dijo un vecino si te falta yo te voy a mandar más, pero tráela a Sandra. Entonces me fui al aeropuerto, encontré un pasaje y me vine”.

¿Qué hizo ni bien llego Argentina? ¿Conocía a alguien?
Cuando llegué no conocía a nadie, estaba sola, pero pensé que Sandra hubiese querido que venga, yo miraba para todos lados para ver si la veía. Sabía que la pensión era en La Plata, pero no tenía bien la dirección ni nada. Unas personas que estaban ahí me dijeron que fuese al consulado de Perú en La Plata que me allí me iban a ayudar. Cuando llegué al consulado no me trataron bien, entonces me fui a la comisaria y vi que realmente había una denuncia y no lo podía creer, porque mi hija no era ninguna tonta. No se podía perder, yo me puedo perder, pero ella no.
Nelly habla en voz baja y pausado, como si tuviese miedo a equivocarse. “Recién ahora estoy volviendo a confiar en la gente, ahora puedo salir a la calle, puedo hablar de las cosas, porque antes yo sólo escuchaba lo que decían los demás.”

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El cuerpo de Sandra fue encontrado en la dependencia oficial luego de haber permanecido seis días. Según figura en el expediente seis personas que trabajaban en el lugar entraron en ese período. Sin embargo el fiscal de la causa no dio la orden de hallar el lugar en ese lapso. Aunque Nelly está segura que su hija fue abusada y violada, los días que tardaron en dar con el cadáver anularon la posibilidad de constatar la violación debido al tiempo transcurrido en el momento que se realizó la autopsia.
“El Lunes 19 de Febrero iban a inaugurar el lugar. El Sábado 17 entraron el Inspector de la obra Alberto Castillo y el arquitecto Luis Batería. El domingo ingresaron dos electricistas y el martes el Jefe de mantenimiento y el cerrajero “Morabito”. Tenían que poner una ventana y tomaron las medidas desde afuera del edificio. Entonces algo había, yo se que ellos no fueron pero ¿Por qué no denunciaron? Son encubridores”.

¿Estas personas fueron citadas a declarar?
“Según el fiscal Tomás Morán sí. Menos Morabito del cual me dijo: ¿Para que lo voy a citar? ¿Para qué va a dar declaraciones?”.

¿Qué ocurrió con las pruebas que se encontraron en el lugar donde se produjo el asesinato de Sandra?
“Estamos pidiendo al fiscal que las pruebas sean llevadas al Hospital Duran de Buenos Aires para que sea más minuciosa la investigación, estamos esperando eso. Supuestamente encontraron el ADN en una colilla de cigarrillo de un violador serial que ha sido comparado con otros casos y es el mismo, eso está comprobado”.

El identikit del violador coincide con el de 5 casos anteriores y uno posterior a la muerte de Sandra, en los cuales el modus operandi consistió en ejercer el abuso y la consiguiente liberación de las victimas. Sin embargo, la descripción que Walter Silva dio sobre el sospechoso no coincide con las demás. “Dice que estaba en la verdulería de la pensión –cuenta Nelly retomando las palabras de Walter- y se acerco un hombre ofreciendo el trabajo. Pero el verdulero dijo que se encontraron, hablaron un largo rato como si se conocieran. Walter dice que no se acuerda”.



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Lleva más de una hora llorando. Hace más de dos años que Nelly llora. Llora como habla, despacio, mesurado. Se seca las lágrimas con la mano y se resfriega constantemente sus ojos negros aindiados. “Hay mucha gente que me dice usted no tiene que llorar, pero si no lloro me empieza a doler el pecho. No sé si gritar, no sé si reír, no sé si cantar, no se que hacer y lo único que se me viene es llorar. Y tengo que llorar porque si yo me pongo mal y no lloro, es como que siento unos martillazos en el pecho y llorando se me pasa”.
El 22 de cada mes, al cumplirse un nuevo aniversario del asesinato de Sandra, Nelly se acerca a la puerta de esa dependencia oficial en pleno centro platense acompañada de distintas organizaciones feministas y de derechos humanos que se sumaron a su lucha. Llega con velas y volantes. Hace 24 meses que va invariablemente a pedir justicia y a compartir su dolor.

¿Algún representante del gobierno Argentino se comunicó con usted? ¿Le ofrecieron algún tipo de ayuda?
Desde el Ministerio de seguridad de la provincia de Buenos Aires se ofrece una recompensa pública de $ 70.000 para las personas que aporten información del caso. El gobernador Daniel Scioli me prometió que se iba a contactar conmigo, pero todavía no me llamo nadie.
En Perú ¿los medios que tratamiento le dieron a lo qué pasó con Sandra?
Difundieron en su momento, pero ahora están todos callados. Hay unas chicas de una organización de acá que se han sumado y están en contacto con los periodistas de Periodistas de Perú y con los canales. Esta semana vamos a trabajar, vamos a hacer notas, me dijeron que voy a salir por teléfono, para que denuncie cómo estoy viviendo, la situación en la que me encuentro acá.

¿Y cómo hace para vivir hoy acá?
Trabajo acá y como a veces no tengo donde ir me dejan quedarme. Mi otro hijo también esta acá, está sin trabajo, tiene ganas de estudiar para poder superar todo, que es muy difícil. Económicamente estamos mal.

¿Cómo es su lucha diaria para buscar justicia?
“Yo se que a Sandra no me la va a devolver nadie. Pero la lucha que se hace mes a mes es para buscar justicia y encerrar a estos desgraciados, degenerados, que no se siga haciendo lo que se hizo con ella. Yo no me quiero imaginar que ninguna chica que camine sea atacada. Si esos malditos están pasando: que no las vean, que se imaginen que son hombres. Es por eso que me quedo, Dios me dio una hija, un hijo, solo el sabe por que. Si ese es el destino que voy a seguir y cómo voy a terminar. La gente me dice Nelly no hagas esto porque eso es un lugar del gobierno y el gobierno tiene poder. Y otra gente me dice vamos a seguir, usted es la fuerza de todos y Sandra es un ejemplo, que por defenderse la mataron. Nosotros vamos a levantar la bandera de Sandra”.

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Desde la teoría psicoanalítica Freudiana se afirma que todos los sueños representan la realización de un deseo por parte del soñador, incluso las pesadillas. Por momentos Nelly habla de Sandra con verbos del presente como si nada hubiese pasado, como si el tiempo no hubiera transcurrido; “Sandra tiene, Sandra está, mi hija es…”. Tal vez ese sea su deseo más profundo, poder volver el tiempo atrás. Por las noches sueña que Sandra entra por la puerta y se abrazan, ambas se miran y se ríen. Pero se despierta y piensa “¿Qué no daría para volver el tiempo atrás?, para detenerlo y decirle a mis hijos ya no crezcan, hasta aquí nomás.


¿Y todo esto de que manera te transformó en lo personal?
Me cambió mucho, cuando vivía con mis hijos yo decía si me falta uno de ustedes yo me muero. Y hay veces que hoy me digo no soy yo, ¿Quién soy en realidad?, seguro Nelly ya se hubiera muerto. Yo siento que Sandra esta en mi, ella me habla, me dice mamá: denuncia a esa mujer –Refiriéndose a Vilma Minaya- Mamá: Walter Silva me tapó la boca. A veces quisiera dejar todo pero ella se enoja”.


¿Y cuál es su deseo cuando esto se resuelva? ¿Volverse a Perú?
La verdad que yo no sé si quiero seguir viviendo. Me siento como caída Miro y digo ¿para qué?, no le encuentro ese sentido que antes le encontraba, de hacer, de pintar, de llevar algo a casa aunque sea una lapicera. No lo siento ¿cuál sería el motivo de vivir?

Y en medio de ese dolor interminable, inagotable, indescriptible, prácticamente inefable, aparece la bronca, la indignación. Aparece el motivo. El motivo es uno: Sandra, las razones son dos que se mezclan constantemente. Los sentimientos más opuestos que pueda sentir un ser humano, en Nelly se confunden y complican su determinación, como si carecieran de autonomía, como si uno fuese la razón del otro. El amor y el odio motorizan el camino de Nelly. Son la guía de su búsqueda, son ese fuego interno que por momentos quema y por otros impulsa.
La tarde ya era noche y la anciana se había dormido o quizá ya no gritaba más porque había dicho todo lo que quería decir. Nelly había dejado de llorar. Parecía como si las cosas hubiesen vuelto a su lugar, como si el tiempo no hubiese pasado. Pero el tiempo pasó. Pasaron dos horas. Pasaron dos años y medio. Pasaron 31 meses y cientos de horas. Pasaron miles de minutos. Pasaron muchos 22 con lluvia, con calor,con frio. Paso mucha gente por la vida de Nelly que se fue sumando a su lucha. Pasan a diario miles de personas por esa calle del centro platense, algunos se detienen y observan la foto de Sandra que irrumpe en el paisaje uniforme de esos edificios. Pasan otros que son tan ajenos a la historia como el sol. Pero lo que le hicieron a Sandra no pasa y no puede volver a pasar.

4 comentarios:

  1. En ocaciones uno se queda sin palabras, sin forma de poder explicar aquello que sucede, aquello que se siente, cuando se acerca a estas historias.

    No es casual supongo que estemos en el mismo camino: Escuchar historias, quizas con distintos fines, quizas no tanto: poner voz, poner palabras donde no las hay...

    Al fin y al cabo tiene que ver con compartir algo de lo que le pasa a los otros, no estar ajeno... JP

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  2. Terrible el testimonio, terrible lo que pasó, la verdad lo sentí como si me lo estuvieran contando cara a cara. Muy buena y sumamente fuerte la entrevista, después de todo lo dicho, no queda nada más por decir.
    Un beso Vir.

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  3. Muy Buena nota Vir!
    Te felicito sinceramente, seguí con ese compromiso, no lo pierdas nunca.
    Y como alguien dijo alguna vez "la unica lucha que se pierde es la que se abandona": ojala no haya mas Sandras en ningun lugar de este bendito mundo.

    Saludos.

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  4. Amiwa... solo vos y yo entendimos ese momento. Me encanto hacer la entrevista con vos, aunque me llore la vida.
    Y como te dije ese dia dps de hacerla: TE QUIERO MUCHO AMIGAAA!!!! (y te pego un abrazo cybernetico).

    Mey Mey!

    p/d: LA CAMAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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